Stmo. Cristo del Descendimiento
El simulacro representa a Cristo muerto, en el momento de ser descendido del madero por los Santos Varones. Imagen de gran peso, ya que es de madera maciza, posee una anatomía elegante dentro de la impronta academicista cultivada por su autor, dotada de gran pureza de líneas y lejana a los artificios dramáticos del barroco.
El alargado rostro del Varón queda enmarcado por sinuosa cabellera peinada al centro que se derrama sobre el hombro derecho por la inclinación de la cabeza al mismo lado. Posee los ojos y la boca semicerrados, cejas rectas, perfil hebraico, consumidas mejillas y barba bífida y corta. Su brazo derecho queda suspendido en el aire, sujeto por un extremo del sudario, mientras que el izquierdo y los pies siguen clavados en la cruz. El torso es atlético y en él se detallan minuciosamente las costillas y los músculos pectorales y abdominales. Las piernas se disponen frontales y paralelas. Lleva un escueto sudario, cordífero, que no cubre la cadera izquierda y en el que esta grabado el nombre del artista y el año de ejecución. Las actuales carnaciones resultan más oscuras que las originales. Carece de exorno.
Primitivamente su cruz era de madera plana, pero en 1944 fue sustituida por una arbórea realizada por el mismo Ruiz Olmos, y en 2001 por otra también arbórea a cargo de José Carlos Rubio Valverde.