Fotografias Misa de Acción de Gracias por el 75º Aniverario Fundacional

Ya están disponibles en la Galería Fotográfica una amplia colección de fotografías del Altar de Cultos montado para la ocasión con motivo de la Misa de Acción de Gracias por el 75 aniversario fundacional de la Hermandad y que puso punto y final a los actos organizados por la Hermandad a lo largo del pasado año y en lo que llevamos de este.

Para la ocasión la Virgen del Buen Fin ocupaba la parte más alta del Altar Mayor con el Cristo del Descendimiento a sus plantas, sin la Cruz y en una posición ligeramente inclinada que hacia parecer que el Señor estuviera en Besapies. Sin duda una original composición y disposición de nuestros Titulares para esta ocasión tan especial.

Misa Solemne de Acción de Gracias por el 75º Aniverario Fundacional

El próximo SÁBADO 23 DE JUNIO a las 20.30 horas tendrá lugar en nuestra sede en la Parroquia de San José y Espíritu Santo MISA SOLEMNE DE ACCIÓN DE GRACIAS por el 75º Aniversario Fundacional de la Hermandad.

Las Sagrada Imágenes del Santísimo Cristo del Descendimiento y de Nuestra Señora del Buen Fin, estarán expuestas a la veneración de los fieles y devotos.

Disponible el pregón del 75º Aniversario Fundacional

Ya está disponible para su lectura y/o descarga, el pregón conmemorativo del 75º aniversario fundacional de la Cofradía que tuvo lugar el pasado mes de Marzo y que fue pronunciando por N.H. y Concejal del Ayuntamiento de Córdoba, D. Manuel Martín Luna.

Podéis acceder al pregón desde el dossier especial dedicado al 75º aniversario fundacional.

Se suspende el Rosario Vespertino con la Virgen del Buen Fin

carta obispadoLa Junta de Gobierno de la Hermandad quiere comunicar a todos los hermanos y devotos y demás cofrades, que se ha suspendido la celebración del Rosario Vespertino con la Imagen de la Virgen del Buen Fin que se iba a celebrar el próximo 16 de Junio y que trasladaría a la Virgen a la Catedral para la celebración de la Misa de Acción de Gracias por el 75º Aniversario de la Hermandad.

Las causas que han motivado dicha suspensión son totalmente ajenas a la voluntad de la Hermandad y cuyos motivos se expresan en la carta que adjuntamos en esta noticia.

La Hermandad comunica igualmente, que este acto se ha sustituido por una Solemne Eucaristía de Acción de Gracias por el 75º Aniversario Fundacional que tendrá lugar en nuestra Parroquia el Sábado 23 de Junio a las 20.30 horas y a cuyo término intervendrá la B.M. María Santísima de la Esperanza.

No entraba en el guión

vs12_diaUna tromba de lluvia sorprende a la cofradía de los Dolores en su camino hacia la Catedral y el resto de hermandades suspenden su estación de penitencia – EL DÍA DE CÓRDOBA
Rafael C. Mendoza – Redacción

SENCILLAMENTE no entraba en el guión del Viernes Santo. Nadie podía imaginarse a la Virgen de los Dolores, cobijada bajo un enorme plástico, llegando con paso largo y sones de granadera hacia la Catedral. Es ésta una imagen poco habitual porque esta cofradía se caracteriza precisamente por la firmeza y cordura a la hora de tomar las decisiones, sobre todo cuando se maneja un riesgo de lluvia. Fue la única que decidió celebrar su cortejo procesional en un día de pronóstico meteorológico muy incierto, una jornada de previsión cambiante que apuntaba «lluvia débil y dispersa» en el peor de los escenarios. Y una vez más, la enésima en lo que va de Semana Santa, el parte meteorológico volvió a fallar de manera estrepitosa, ésta vez muy desfavorablemente para una hermandad. Cayó abundante agua y de forma persistente. Las precipitaciones se cebaron con las cofradías de la capital cordobesa, que, a excepción de la citada de los Dolores, decidieron suspender los cortejos.

Una tarde-noche atípica de Viernes Santo en todo caso y bastante convulsa. Empezó como cualquier otra en la que existe un cierto riesgo de agua, es decir, mirando todo portal de previsiones meteorológicas que se precie y llamando a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para tratar de actualizar el porcentaje de probabilidad de precipitaciones y aportar algo nuevo. La realidad dejaba dos Córdobas diferentes, la que vivía los últimos momentos antes de la estación de penitencia y la del resto de ciudadanos que van de un lado a otro en busca de ese instante cofrade. Los primeros discernían en la más absoluta intimidad y los segundos prácticamente daban la jornada por perdida.

La sorpresa saltó, sin embargo, a las 16:30 en punto cuando la iglesia de los Dolores abrió sus puertas para que arrancara el cortejo procesional. La cruz de guía se puso en la calle contra todo pronóstico, tanto que la plaza de Capuchinos no bullía como en anteriores años. Fue a raíz de esta decisión -inesperada para una mayoría- cuando la gente fue acudiendo en masa hacia la también llamada plaza del Cristo de los Faroles hasta el punto de llenar este punto y tener que valerse del entorno más inmediato para coger un lugar de privilegio. Aún así, el número de fieles no fue el de años anteriores. Cosas del tiempo.

Por momentos parecía que el Viernes Santo se había salvado, sobre todo si se tomaba como referencia la intensidad de los rayos solares que iluminaba el cortejo de los Dolores a su paso por la calle Torres Cabrera. Aunque hacía frío -mucho-, había más sol que nubes en los alrededores de Capuchinos y las críticas en torno a la salida procesional de los Dolores se fueron diluyendo como un azucarillo en el café. La normalidad vivida en la primera media hora de procesiones del Viernes Santo dio paso a los fotógrafos, profesionales o no, que empezaron a buscar la mejor perspectiva para sus instantáneas, y la bulla, el mejor síntoma de que la Semana Santa discurre como debe hacerlo.

El transcurso de la jornada cambió de manera radical pasadas las 17:30 cuando el sol se alejó y el cielo quedó cubierto por nubes, y más todavía en torno a las 18:00, la hora en la que empezó a llover. En ese preciso instante, los Dolores era la única que se encontraba en la calle, en concreto entre Conde y Luque y Jesús y María. El resto se estaban preparando para hacerlo, con la información de que la cofradía servita había decidido celebrar su estación depenitencia. Los componentes de la Hermandad de los Dolores trabajaron de manera organizada para proteger a los titulares, un trabajo que lograron en sólo unos minutos.

La decisión del resto de juntas de gobierno parecía ahora más claro a tenor de lo que estaba sucediendo entre las calles Jesús y María y Conde y Luque. La Soledad fue la única que tuvo claro que no iba a salir, aunque no fue oficial hasta las citadas 18:00, un cuarto de hora antes del inicio previsto para la estación de penitencia. Las otras cofradías, el Descendimiento, el Santo Sepulcro y la Expiración, pidieron una primera prórroga de media hora por si aclaraba, pero viendo que la evolución del tiempo no les era favorable optaron por la vía de la suspensión de la procesión.

La lluvia dejó, en cualquier caso, una ciudad sin Semana Santa y preocupada por los posibles daños sufridos en la procesión de los Dolores. El mero hecho de que la cofradía servita anunciara que el domingo -mañana- celebrará el traslado a la iglesia del Hospital de San Jacinto llevó a pensar que la hermandad no había sufrido destrozo alguno. Y así lo dieron a conocer los propio integrantes de la junta de gobierno de esta hermandad.

Bodas de platino con la historia

LA VOZ DE LA HDAD.
ANTONIO ARREBOLA ROMERO

Setenta y cinco años contemplan a Cristo Descendido de la Cruz, setenta y cinco años en el barrio que lo venera y que año tras año lo recibe en sus calles el Viernes Santo.

Pero este Viernes Santo no fue uno cualquiera, tuvo de especial ser la estación de penitencia de las bodas de platino de la cofradía del Campo de la Verdad.

Tras una Cuaresma cargada de actos con motivo del 75º aniversario fundacional y tras presidir nuestra imagen titular el vía crucis de las Cofradías, el quinario en honor al Cristo del Descendimiento, presidiendo el Altar Mayor con todo el misterio al completo, y el pregón conmemorativo el viernes anterior al de Dolores, la estación de penitencia del Viernes Santo pondría el broche de oro a un año importante para la corporación y que tendrá su epílogo en junio con la salida en rosario vespertino de la Virgen del Buen Fin por las bodas de plata de su primera salida.

Se trunca la celebración de la decana del sur

J.M.N./F.M.

El Descendimiento se quedó sin su merecida fiesta de cumpleaños . Nada menos que 75 años cumplía la cofradía de su fundación. De hecho, la agenda de actividades cofrades ha sido tremenda durante los últimos meses.

Eso sí, como la hermandad procesionó al año siguiente de su fundación, un Jueves Santo de 1938, quizás el próximo año haya más suerte y se pueda festejar todos los eventos juntos. Ganas seguro que tendrán, porque ya van dos años seguidos que se quedan en casa.

La cofradía también había apostado por la música cordobesa con una fórmula que se ha consolidado esta Semana Santa: poner la banda del Caído–Fuensanta tras el misterio y la de la Esperanza con el palio, en este caso el de Nuestra Señora del Buen Fin. Hubieran puesto en la calle a más de dos centenares y medio de nazarenos. Otra vez será.

El Descendimiento evoca sus 75 años de existencia

Luis Martín Luna fue el encargado de pregonar la efemérides. A lo largo de la Cuaresma se han venido celebrado distintos actos
FRANCISCO MELLADO. Redacción

Tras una eucaristía en memoria de todos los hermanos difuntos oficiada por fray Ricardo de Córdoba, tuvo lugar anoche en la parroquia de San José y Espíritu Santo el pregón del 75 aniversario fundacional de la cofradía del Descendimiento.

El encargado de evocar a los cofrades del Campo de la Verdad esta efemérides fue el hermano de la cofradía y teniente de alcalde de Urbanismo, Luis Martín, quien fue presentado por la diputada provincial Pilar Gracia.

Martín fue desgranando, ante un nutrido número de asistentes y ante el Cristo del Descendimiento expuesto en besapiés, la historia de la corporación del Viernes Santo.

Tras la conclusión del acto se procedió al traslado de las imágenes titulares a sus pasos procesionales.

A lo largo de la Cuaresma la hermandad del Descendimiento ha celebrado distintos actos para conmemorar sus 75 años de vida, tales como una exposición de fotografías y enseres o un ciclo de conferencias relacionadas con la corporación.

XXV años de la Virgen del Buen Fin

Veinticinco años de la incorporación de la Virgen del Buen Fin a la hermandad

La hermandad del Descendimiento está de aniversario por partida doble. Junto al 75 aniversario fundacional, la corporación celebra el 25 aniversario de la incorporación de la Virgen del Buen Fin. Para conmemorar esta efemérides, la hermandad celebrará el 16 de junio un rosario vespertino presidido por la imagen de Nuestra Señora del Buen Fin. El cortejo partirá a las 18.30 horas de la parroquia de San José y Espíritu Santo para llegar a la Catedral, donde a eso de las 20.00 horas el vicario general de la Diócesis, Francisco Orozco, oficiará una misa de acción de gracias por ambas efemérides.

El Descendimiento culmina los actos de su aniversario

dia_2012_clip_image001_0000Sólo resta por celebrar en junio un rosario vespertino con la imagen de Nuestra Señora del Buen Fin que discurrirá desde la parroquia de San José hasta la Catedral
J. C. Redacción

La Hermandad del Descendimiento llegará esta semana al final de los actos programados para esta Cuaresma con motivo del 75 aniversario fundacional de la cofradía. Sólo faltará el rosario vespertino que tendrá lugar en junio y que cruzará el Puente Romano para llegar a la Catedral.

Para este viernes está prevista la celebración de una misa que se ofrecerá por todos los hermanos difuntos de la cofradía y que estará seguida del pregón de esta celebración que correrá a cargo del teniente de alcalde de Urbanismo, Luis Martín, veterano miembro de esta cofradía del Campo de la Verdad. El acto contará con la intervención de saeteros del barrio y de la actuación de la banda de cornetas y tambores de Nuestro Padre Jesús Caído y Nuestra Señora de la Fuensanta. A continuación se procederá al traslado de las imágenes titulares en Vía Crucis hasta la casa de hermandad.

El único acto que resta al programa elaborado por esta hermandad es la celebración de un rosario vespertino con la imagen de Nuestra Señora del Buen Fin, que se celebrará el 16 de junio. El cortejo partirá a las 18:30 de la parroquia de San José y Espíritu Santo para llegar a la Catedral, donde a las 20:00 se oficiará una misa de acción de gracias a cargo del vicario general de la Diócesis, Francisco Orozco.

El grueso de los actos ha tenido lugar en la presente Cuaresma. En febrero se celebró una exposición de fotografías y enseres de esta cofradía del Viernes Santo. Un ciclo de conferencias se encargó de ahondar en determinados aspectos tanto de la historia como de otros asuntos relacionados con la hermandad. Así, el historiador y miembro de la hermandad Pedro Pablo Herrera habló sobre el devenir de esta corporación en estos 75 años, mientras que el catedrático de Historia del Arte de la UCO Alberto Villar disertó sobre la iconografía del descendimiento. El ciclo lo cerró el carmelita descalzo fray Juan Dobado sobre la religiosidad en el mundo de las cofradías.

Para hacer partícipes al resto de hermandades de este aniversario, la imagen del Cristo del Descendimiento fue la elegida para presidir el Vía Crucis que anualmente organiza la Agrupación de Cofradías en el primer sábado de Cuaresma. Con posterioridad, se celebró el quinario con la presencia de cinco sacerdotes vinculados con esta corporación nazarena y los cultos se cerraron con la fiesta de regla que fue presidida por el obispo de la Diócesis, Demetrio Fernández.

Otro de los actos organizados por la Hermandad del Descendimiento para celebrar su aniversario fundacional fue un certamen de bandas que tuvo lugar el pasado 19 de febrero en la antigua Caseta del Círculo de la Amistad.

La huella de Ruiz Olmos

La huella de Ruiz Olmos
El autor de los Crucificados del Descendimiento y la Clemencia dejó en Córdoba una amplísima producción escultórica
POR ANTONIO VARO /ABC  CÓRDOBA

La huella de Ruiz Olmos

 Llegó a Córdoba en los primeros meses de la Guerra Civil, y poco después ya tenía dos obras escultóricas en la ciudad. Se llamaba Amadeo Ruiz Olmos, había nacido en 1913 en Sedaví (Valencia) y llegó a nuestra ciudad huyendo de las balas. «Estuvo a punto de ser fusilado por el mero hecho de haber sido monaguillo», explica Pablo Lorite, un cofrade ubetense que ha publicado recientemente una monografía sobre el artista. Llegó a Peñarroya-Pueblonuevo con el bando republicano —«el mismo que había querido liquidarlo», explica Lorite— pero desertó en Espejo y se refugió en la capital.

En 1938 realizó el Cristo del Descendimiento para la cofradía fundada unos meses antes en la iglesia del Campo de la Verdad. También por esos días labró la Virgen de los Caminantes, que se colocó en una hornacina de la Catedral, frente al Triunfo, y que hoy se custodia en el interior. Y aunque aquí era totalmente desconocido, ya había empezado en tierras levantinas su carrera de escultor.

En el año final de la contienda esculpe el Cristo de la Clemencia para la hermandad de los Dolores, pero éste, a diferencia del anterior, hubo de esperar aún diez años para salir en procesión, pues la cofradía retrasó hasta 1949 la incorporación de su segundo titular.

Obra abundante

Al acabar la guerra, y con el deseo de asentarse en la ciudad, volvió brevemente a Valencia para contraer matrimonio, regresó a Córdoba y compaginó la creación de su obra con su trabajo como profesor en Artes y Oficios. Sin embargo, aunque permaneció en Córdoba hasta su jubilación —tenía el estudio en la plaza del Profesor López Neyra—, no volvería a tallar ninguna imagen titular para cofradías de la capital. Eso sí, hizo en 1957 los ángeles pasionistas que ocupan las esquinas en el paso del Cristo del Remedio de Ánimas y a mediados de los sesenta el grupo escultórico, todo él en talla completa, que acompañó al Cristo del Descendimiento hasta 1992 y que se custodia en la casa de hermandad.

Los años de la República y la guerra habían provocado daños inmensos en el patrimonio artístico y religioso, y en los años de la posguerra hubo mucho trabajo para imagineros y escultores. Así, Ruiz Olmos participó en la creación de imágenes de muchos pueblos que sustituyeron las que habían sido destruidas: a modo de ejemplo están citar la Virgen de la Salud de Castro del Río, la del Campo de Cañete de las Torres o la Esperanza de Puente Genil, que fue su primera Dolorosa.

Su producción tanto civil como religiosa fue amplísima, ya que el catálogo de sus obras incluye más de 800 piezas, y aún quedan algunas sin registrar. Abarcó todas las posibilidades del arte escultórico: imaginería, retablos, retratos, relieves, monumentos funerarios, estatuas en la calle… «Tampoco tenía limitaciones en los materiales —señala Pablo Lorite— y lo mismo hacía obras en madera, piedra artificial, mármol o bronce». Muchas de sus obras se pueden admirar en las calles de Córdoba, (estatuas de Séneca, Averroes, Maimónides, Ibn Hazm, Góngora, Triunfo del Puente de San Rafael, Fray Albino, los cuatro Califas de la Plaza de Toros…), cementerios (mausoleo de «Manolete» o panteón de los López Cubero en la Salud), instituciones (busto de Séneca en la Real Academia) y en la propia Catedral (losas funerarias de los obispos Pérez Muñoz y Fray Albino, además de algunas imágenes).

Además de la imaginería reseñada para cofradías, dejó obras de gran importancia, aunque algunas no están expuestas al público: es el caso de un espléndido misterio del Nacimiento realizado para la parroquia de la Trinidad, que hace años que no se exhibe en las fiestas navideñas. También salieron de su gubia —entre otras muchas— una imagen de Santa Victoria para la parroquia del Barrio del Naranjo y otra de Santa Emilia de Rodat de la capilla del Colegio de la Sagrada Familia (Francesas).
«La mayor parte de su obra se reparte entre las provincias de Córdoba y Jaén, sobre todo en la zona limítrofe, aunque hay obras suyas en La Mancha y hasta en el País Vasco», comenta Lorite, que añade que «hay obras suyas en Baeza, Úbeda, Lopera, Porcuna, Montoro, Villa del Río, Cañete y otros muchos pueblos». Pero no ha tenido suerte Ruiz Olmos con la valoración estética y técnica de su obra, pues se le han reconocido calidades «escultóricas» en detrimento de las puramente imagineras. Pablo Lorite lo niega: «Es un gran imaginero y un gran retratista, muchas de sus figuras estaban basadas en modelos reales, y en sus misterios y grupos escultóricos las distintas efigies “hablan” y se comunican con gran expresividad».

«Restauraciones»

Bastantes de sus imágenes, no obstante, han sido «restauradas» de modo que se han eliminado algunos de los rasgos de su estilo, como el tono claro de la encarnadura, sobre el que se han añadido pátinas oscurecedoras que no responden a los designios del autor; en algún caso, incluso, el rostro ha sido eliminado para ser sustituido por otro tallado por el «restaurador».

Pasó sus últimos años en Madrid. En 1988, cinco años antes de su muerte, entregó a la hermandad del Descendimiento el modelo en escayola de la imagen titular, que durante varias décadas él quiso que presidiera el taller donde iba creando su obra. Murió en la capital de España, y dejó inconclusa su última obra, destinada a ser su propio mausoleo y llena de simbolismo.