El Altar de Cultos de la Virgen del Refugio
María Santísima del Refugio se nos presenta en este altar para su Función Principal sola en el Monte Calvario. Con ello, la Hermandad quiere representar dos letanías del Santo Rosario: María Reina de Todos los Santos y María Refugio de los Pecadores, haciendo en todo su conjunto especial énfasis en esta última. El hecho de presentarse a Nuestra Señora vestida de Reina, hace precisamente alusión a la primera letanía:
María Reina de Todos los Santos (Regina Sanctorum Omnium). En un día como el 1 de Noviembre, no habíaotra forma mejor de presentarla a los fieles que vestida de Reina. María conforma un orden separado en el Cielo, ya que Dios glorificó a su Madre anunciando, de esta manera, su superioridad a los Santos en todos los órdenes, La sobriedad y la escenografía del altar junto con Ella hace referencia a la segunda letanía: María Refugio de los Pecadores (Refugium Peccatorum). No hay sitio mejor para representar esta letanía que el lugar en el que su Hijo entregó su vida por todos nuestros pecados: el Gólgota, de ahí que luego en el besamanos aparezca la Cruz vacía sobre el monte, en el que se sitúa, además una calavera (simbolizando de esta forma el
significado de la palabra Gólgota: “Lugar de la Calavera”). Según la tradición judeocristiana, el monte del Gólgota fue el lugar donde está enterrado Adán, hombre por el que entró el pecado y la muerte. Por este motivo, allí donde yacen los restos mortales del primer hombre pecador, se izó la Cruz en la que el Hijo de Dios, Jesucristo murió para redimirnos del pecado original y rescatarnos de la muerte, dándonos vida Eterna.
Es el símbolo del triunfo de la Cruz sobre el pecado y la muerte, y una clara alusión a la Resurrección de Cristo. Asimismo, María nos representa de esta manera la amorosa voluntad de Dios,
constituyendo a Nuestra Señora como un refugio para que por su medio brille Su infinita misericordia que quiere la conversión de los pecadores. Jesucristo es nuestro mediador ante el Padre, pero además de Él, tenemos a María, Madre de Dios y Madre Nuestra, constituida por Dios como medianera entre Él y nosotros pecadores. Dos gracias principales son necesarias a un pecador para alcanzar la futura felicidad: La conversión o el perdón de los pecados y la perseverancia en el bien. Ambas gracias nos las alcanza María Refugio de los Pecadores, si se lo pedimos continuamente y si….«hacemos lo que Él nos dice”, como Ella nos lo pide.
María Santísima del Refugio viste asimismo manto color morado en señal de duelo por todos los difuntos en su inminente festividad y saya color blanco, símbolo de la vida, la luz y la eternidad, de la Vida Eterna.